Con una inversión de casi 40 millones de pesos y 2000 cupos para brindar soluciones formativas a hombres y mujeres privados de libertad, se firmó el 6 de diciembre un convenio entre INEFOP y el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Es la primera vez que un proyecto así tiene este alcance y cobertura nacional.
El objetivo es construir un proyecto socio educativo laboral para personas privadas de libertad de todo el país. Esta iniciativa se inscribe dentro de las Demandas Institucionales de Capacitación (DIC), instrumento impulsado por INEFOP para organizaciones responsables de políticas públicas.
En el acto hicieron uso de la palabra: Pablo Darscht, director general de INEFOP; Pablo Puppo, director de INEFOP en representación de OPP; Luis Mendoza, director del INR; Nicolás Martinelli, ministro del Interior; Martín Lema, ministro de Desarrollo Social (MIDES) y Pablo Mieres, ministro de Trabajo y Seguridad Social.
Asistieron también el subsecretario del Interior, Pablo Abdala; el director nacional de Empleo, Daniel Pérez; el comisionado parlamentario, Juan Miguel Petit; los directores de INEFOP Julio Perdigón e Ismael Fuentes (PIT CNT) y Guillermo Dutra (Ministerio de Educación y Cultura).
Panadería, Cocina básica, Huerta, Mantenimiento de espacios verdes, Confección de prendas de vestir, Construcción y Carpintería de aluminio, Mantenimiento edilicio, son algunas de las capacitaciones que se van a dictar, además de las habilidades transversales y digitales.
Luego de una presentación técnica, abrió la oratoria Pablo Darscht. “Entendemos que es un avance cualitativo muy importante en un tema sensible, apoyar a las personas privadas de libertad para una mejor integración en el momento de su salida”. Se refirió al trabajo conjunto de INEFOP con el INR, con la responsabilidad que esto implica para cada institución.
Puppo se refirió al compromiso de “ir a más” que tienen las instituciones “jóvenes”, como las firmantes, en este caso traducido en “crear más y mejores oportunidades para todos”. Comentó que en muchos casos, para las personas privadas de libertad no es segunda oportunidad sino una primera oportunidad.
“Nuestra estrategia es, como saben, la rehabilitación”, señaló Luis Mendoza, agregando que en general se trata de personas que abandonaron rápidamente el sistema educativo, dominados por adicciones y que la cárcel es un ámbito donde se puede trabajar para revertir este tipo de situaciones, a través de oficios y habilidades, “ahí es donde entra el trabajo de INEFOP”, entre otras razones “para enseñar hábitos de trabajo”.
Lema hizo referencia a la importancia de crear oportunidades que generen autonomía, promoviendo una convivencia que fomente “la construcción de un país libre de prejuicios”.
Partiendo de que “la interinstitucionalidad es clave en este proyecto”, Mieres subrayó que este convenio apunta a fortalecer los dos grandes pilares que necesita una persona para su reinserción: el trabajo y la educación.
Martinelli hizo mención a las causas que llevan a la persona a delinquir, aludiendo al convenio, que tiene entre otros objetivos el evitar la reincidencia y así aumentar la seguridad en las calles. “El tiempo en la cárcel no debe ser un tiempo perdido”, enfatizó, de ahí la importancia de aprovechar la instancia para capacitar.
En este convenio se alinean las temáticas de capacitación con los objetivos estratégicos de INEFOP, manteniendo una oferta de calidad. El proyecto nace del propio Estado e involucra para su implementación a instituciones públicas, entidades de capacitación, cámaras empresariales y sindicatos. En síntesis, se busca brindar soluciones de formación profesional para personas privadas de libertad con énfasis en la mejora de habilidades técnicas y transversales que incrementen su empleabilidad y posibilidades de inserción.